Éste es mi pequeño homenaje a Oscar Wilde. Sinceramente en el momento en que escribo esto sólo he leído a medias una de sus obras (El retrato de Dorian Gray) y un libro que reúne las cartas que envío poco antes, durante, y algo después de estar en la cárcel por un escándalo.
La historia es un poco larga, pero podría resumirse en que se enamoró de un noble. El padre y el chico estaban en una pelea, y ambos lo usaron como arma arrojadiza como otro, de modo que terminó por pagar los platos rotos.
La cuestión es que su historia y sus cartas me inspiraron, y éste es el resultado. Espero que os guste.
A un amor Salvaje e
No culpes a la sirena
Pretérito amigo
De tu desgracia funesta,
Ni al mar ni a tus enemigos
Por tu letra muerta.
No culpes a la sirena
Si surcaste el mar
Y entre espinas zalameras
Te dejaste amar.
No culpes a la sirena.
Si le fallaste a Atenea,
Si no supiste esquivar
La Amapola y sus caderas
De la Rosa su puñal
De Diana la saeta
Y de Adán su vanidad.
¿Acaso no eras poeta?
¿No escribías tus cuentos
Con finales amañados
Con fantasmas y esperpentos
Danzando con los hilos cortados?
¿No comprendiste quizás
Las mentiras que contamos
Tras el verbo amar,
Tras el adjetivo hermoso,
Tras nuestros versos rosados
Y tras nuestros ojos hoscos?
Sí, eras Poeta.
Pero besaste a tu Rosa
Y le cambiaste tus letras
Por su esencia venenosa.
Un gran dramaturgo…
Hoy lloro por ti,
Porque amaste a tus fantasmas
Y perdiste el alma, el cuerpo y las ganas de escribir.
(18/09/13)