Así llegamos al viernes, ya pensando en el fin de semana. Yo me conformo por ahora con presentaros este poema. Tanto mi crítico como la princesa sin flor (no es que sea su apodo, es que aún no le he encontrado una flor) opinan que este poema está por debajo de mi estándares, y estoy de acuerdo, de todos modos espero que os guste. (1 página)
El pájaro en la lluvia
Érase una vez un lugar en blanco y negro
Que vibraba mortecino
Con los restos de un pasado brillante,
Un pasado que se dio por vencido
Ante el implacable yugo de la realidad de acero.
Vuela un pájaro en mitad de la noche…y llueve.
Sueñan las sombras con secuestrarnos
Robar nuestras almas y embargar nuestras mentes
Mientras, la luz suspira por abandonarnos,
Sexo del superego acosado por el anhelo más vehemente,
El amor es siempre un sentimiento extraño.
Vuela un pájaro en mitad de la noche…y llueve.
En otro lugar una niña dormida recibe un beso
Por parte de una pueril fantasía,
Mas no hay refugios ni secretos
En el afilado amanecer que precede cada día
Una exigencia social pide matrimonio
A una promesa lasciva,
Juegos de dominación, lobos albinos
Y una venérea sacerdotisa.
Vuela un pájaro en mitad de la noche…y llueve.
Un ave sueña con la libertad
Y trafica con esperanza
En un lugar en blanco y negro
Al tiempo que con voz de sexo
Suplica solícita su enamorada
Si cuando escape de todo, con él la llevará.
Caen gotas de agua con actitud indiferente
Una noche al borde de la madurez,
Empuña un fusil el superego
Apunta con firmeza contra un sueño inocente.
Un pedazo de acero cruza frío el firmamento.
Vuela un pájaro en mitad de la noche… y muere.
Y la amante enamorada vuelve la cabeza y crece,
Sigue su camino y olvida,
Lobos de rutina devoran cuanto sueñe
En aquel funesto vals al que llamaron vida..
Y aún así…
Vuela un pájaro en mitad de la noche… ahora y para siempre.
(26/03/11)