Mi poema número 500 damas y caballeros, según me dicen no es de los mejores porque es demasiado corto, pero aún así estoy orgulloso de haber llegado hasta este punto de mi vida literaria. Espero que disfrutéis del poema y seguir disfrutando de vuestro apoyo en el futuro.
En la oscuridad de la noche
En la oscuridad de la noche
Nadie te escucha sonreír,
Nadie juzga a la luna,
Nadie oye las estrellas refulgir,
Nadie siente siquiera el roce
Del paso del tiempo en la nuca.
A lomos de un caballo etílico
Juego en mi mente enferma
A confundir lo real y lo onírico
En un sueño de carne que lacera,
A confundir lo moral y lo ilícito
Y ser corazón de puro poema,
Pueril esclavo físico
De una simple ramera.
Bajo la oscuridad de las estrellas
Que guardan secretos robados
Todos los gatos eran pardos
Y todas las gatas, panteras.
(03/05/14)