Primer post en casi dos semanas, la verdad es que no sé muy bien cómo ha pasado tanto tiempo. Este poema lo he terminado hace cosa de unos 46 segundos más o menos, está dedicado a la sofocante sensación de tener un millón de cosas por hacer o a medio terminar y prácticamente ninguna terminada. Espero que os guste (1 página)
Enterrado vivo
Altas torres se alzaron
Como árboles hechos de árboles
Libros hechos de papel
En silencio amontonados.
Libros que sin embargo me gritan,
Voz de difunto golpeando los postigos
Viento entre las regias cortinas,
Murmullo pesado de un fantasma que juega conmigo.
Me acosan las letras,
Las palabras,
Las escritas y las que están por escribir,
Las leídas y las que quedan por leer,
Todas me gritan, me empujan, me coartan,
Me seducen y me espantan, amantes que se vienen a nutrir
Con la mente, con el alma, con el ser
De quienes yacen atrapados por la magia de sus manos yertas.
Enterrado vivo…
Con cada uno de los objetos muertos
Cada uno de los libros vivos
Cada uno de los absurdos sueños
Cada uno de los ápices de inocencia que he perdido.
Graznidos más que voces,
Ideas agolpadas en mis sienes
Sentimientos que se abren paso a coces
Como plomos hasta el fondo de mi mente.
Cuanto tengo a medio hacer
Alzándose por mis tobillos,
Hundiéndome en la oscuridad de un onírico vergel
En el que solo quedan fantasías
Íntimo consuelo baldío
Del que sueña al amor de la lumbre de sus días.
(07/12/11)