Este hombre iba a comprar helado, pero se ha encontrado con toda una demostración de juegos malabares con lácteos congelados.
Lo cierto es que la habilidad del heladero es digna de ser envidiada. Espero que estéis pasando una semana santa maravillosa, yo estoy terminando de recuperarme de lo mío.
Vaya bien.
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Japonés vacilado en Estambul — 2 comentarios